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El Departamento de Nariño, inicia movilidad limpia con Botes que funcionan gracias a la energía solar

Desde febrero de 2019, cuatro botes con motores eléctricos han estado navegando por los ríos del Departamento de Nariño, Colombia. Se trata de una tecnología que puede cambiar la calidad de vida en la región.

En la costa pacífica nariñense, limitando con el departamento del Cauca, se encuentra el municipio Santa Bárbara de Iscuandé. Este territorio, comparte varias características en común con otros municipios cercanos como Guapi, Timbiquí, Barbacoas y Tumaco. Es uno de los más vulnerables en todo el corredor del Pacífico: en promedio, dos familias habitan una misma casa; el 80 % de la población es analfabeta, el 44 % de municipios no tiene alcantarillado y, según datos recientes del Departamento Nacional de Estadística (DANE), a 2018 el 74 % de los 15.000 habitantes que tiene el municipio vivían con las necesidades básicas insatisfechas.

Desde febrero de 2019, cuatro botes con motores eléctricos han estado navegando por los ríos de Santa Bárbara, especialmente en las comunidades de Las Varas y Macharal. Para las familias del municipio, esta nueva forma de transporte representa una innovación que puede cambiar la calidad de vida en la región. En este corredor del pacífico, las familias pescadoras permanecen hasta 12 horas del día pescando y los gastos en gasolina durante esas jornadas pueden superar los 150.000 pesos diarios. Usualmente, las familias  que recolectan pianguas (moluscos que se encuentran en los manglares), utilizan para su movilización, motores fuera de borda de dos tiempos con 15 caballos de fuerza para moverse entre las aguas.

En 2018, cuando el equipo de la Silla Profesorial Kühne de Logística, liderado por profesor Gordon Wilmsmeier — geógrafo, doctor en transporte marítimo y profesor de la Universidad de los Andes— le presentó esta idea a las comunidades de Santa Bárbara. Lo hizo respaldado por el proyecto Innopiangua – sobre  cadenas de valor en la pesca sostenible —del cual hacen parte la Universidad de los Andes, HTW Berlín, el Consejo Comunitario Esfuerzo Pescador de Iscuandé, la Fundación Calidris, WWF, Torqeedo GmbH, iNNpulsa y el BMBF de Alemania —. Este proyecto, en busqueda de cadenas de valor más sostenibles, ha intentado cambiar el modelo de movilización de motores a gasolina por unos eléctricos.

Los cuatro motores fuera de borda y propulsados por energías limpias, se encuentran en Santa Bárbara, tienen una potencia de 1000W, equivalente a dos caballos de fuerza de un motor fuera borda tradicional y, como lo ha explicado el profesor Wilmsmeier, lo están usando las mujeres que usualmente tienen que trasladarse unos 7 km para ir a zonas de recolección de pianguas entre sus veredas. Los botes también son utilizados para actividades de comercialización, como el caso del mercado de pollos por parte de la Asociación Asomupez y otras diligencias, como ir a la misa, buscar insumos etc. Desde febrero de 2020, la asociación cuenta con paneles solares móviles que pueden usar para recargar las baterías de los motores mientras navegan por los ríos.

 

Sistemas de carga y botes eléctricos

En febrero de este año se instaló la primera estación solar de carga eléctrica náutica en Colombia en la vereda Las Varas, equipada con cuatro paneles solares que proveen energía para un motor de 2000w (el Torqueedo Cruise 2.0) La estación fue construida en asociación con líderes locales como Kennedy Caicedo y su administración estuvo a cargo del consejo comunitario de la zona.

La electrificación, aprovechando el potencial de energía solar de la región, es una necesidad importante en esta zona, no solo para la movilidad; también para el uso en los hogares y para los cuartos de frío, los cuales les permitirían a las familias almacenar por mayor tiempo los productos de la pesca. Además, como dice Wilmsmeier, estos paneles ayudan “a superar la dependencia de los combustibles fósiles, sus costos elevados (hasta 17.000 COP/galón) y la disponibilidad limitada para la actual generación eléctrica a través de generadores de diésel”.

Sin embargo, como lo dice el profesor Wilmsmeier, existe un problema en términos de energía eléctrica para cargar las baterías en otros lugares lejanos a la planta de energía. En zonas retiradas, las baterías deben cargarse con otras fuentes de energía con diésel, los cuales funcionan máximo cuatro horas al día. Para superar estas limitaciones, el proyecto busca conectar cuatro cargadores solares plegables en diferentes puntos de la costa pacífica.

El equipo de investigación en energía solar ha estado monitoreando la autonomía de estos botes, la idea es que la energía eléctrica vaya creciendo y ayude a generar transformaciones en esta población, donde la pobreza multidimensional, según el DANE, alcanza el 39 %.

 
Fuente: Periodistas del Centro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para América Latina y el Caribe, de la Universidad de los Andes.
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Modificado por última vez en Miércoles, 18 Marzo 2020 09:31

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