Existe un gran compromiso planetario, surgido de la conferencia COP21 de París, mediante el acuerdo internacional en alcanzar los límites del calentamiento mundial por debajo de los 1.5 grados Celsius. A esto hay que sumarle la baja en los costos de la energía renovable que está dando muestras de su descenso para los próximos años.
En los últimos años, el mundo ha sido testigo de un cambio significativo hacia prácticas y fuentes de energía sostenibles, impulsado por la urgente necesidad de combatir el cambio climático. Según datos del Departamento Nacional de Planeación (DPN), Colombia, un país afortunado y con abundantes recursos naturales, pretende multiplicar por 100, aún en 2023, su capacidad de generar energía a partir de fuentes no convencionales, como la eólica y la solar. Es decir, el país producirá más del 12% de su energía a partir de fuentes renovables.
Hoy en día, hablar de eficiencia energética hace referencia a todos aquellos procesos o actividades que reducen el consumo de recursos energéticos sin afectar el desarrollo normal de cualquier actividad, siendo el principal problema la mala utilización o mal manejo de la energía, lo que genera “fugas” en el suministro.
Resumen: en este documento se apresura a revisar los aspectos que relacionan: las redes inteligentes (Smart Grid), la producción de hidrogeno verde y la generación con energías renovables, en al marco de una transición energética. Para esto se revisan cifras comparativas entre los países de la CEPAL para tener un marco regional y se abre la discusión sobre este tema muy actual en Colombia.
Movilizados por la necesidad de acciones climáticas para mitigar el calentamiento global, la humanidad tiene en la transición energética uno de sus grandes retos. Y en este proceso, la transmisión de energía juega un papel fundamental.
