Capítulo Colombia

Resumen
El presente artículo revisa los orígenes del proceso de diversificación de la matriz energética relacionando el proceso con dos factores principales como son la continua búsqueda de nuevas fuentes de energía y el cambio climático. Establece el papel de las redes inteligentes (Smart Grid) como el soporte de la diversificación energética. Por último, aborda algunos argumentos sobre los desafíos dentro del proceso de diversificación de la matriz energética en Colombia, y se establece una discusión sobre cómo enfrentarlos.
Palabras clave: Matriz energética, Diagrama de Sankey, renovable, TIC, Smart Grid, Prosumidor, Hidrógeno, Eólico, Generación Distribuida.

La energía solar fotovoltaica se ha convertido en la figura más importante del nuevo desarrollo colombiano de energía. En este marco, para la próxima subasta de energías renovables de Colombia, donde sólo intervienen plantas de más de 5 MW que no hayan participado en una licitación anterior (ya sea por confiabilidad o por energía renovable), hay habilitados 3.700 MW que corresponden a plantas solares fotovoltaicas. Esto representa el 97% de la participación esperada del total de la licitación.

Una gran fuente de energía reposa sobre nosotros, durante miles de años de civilización, el hombre apenas se da cuenta de su recurso inagotable, un recurso expuesto a ser utilizado de la mejor manera en cuestión tecnológica; la energía solar pide pista para cobijarnos con su enorme poder, para que el humano saque de ella lo mejor, a favor de nuestro diario vivir y las futuras generaciones, en concordancia con las necesidades y el confort humano.

El Ministerio de Minas y Energía de Colombia y la Secretaría Nacional de Energía de Panamá firmaron un acuerdo para definir los principios, criterios básicos y lineamientos generales en que se basará el Esquema de Armonización Regulatoria para el desarrollo y operación de la interconexión eléctrica entre los dos países.

“La firma de este acuerdo constituye un paso fundamental en el proceso de viabilización de la interconexión eléctrica, la cual representa la integración de la Comunidad Andina con Centroamérica. Además, nos permitirá hacer un uso optimizado de los recursos energéticos y de la generación excedente, mejorar la calidad en la prestación del servicio de energía eléctrica, fortalecer la confiabilidad de los sistemas de ambos países y asegurar una asistencia recíproca en caso de emergencia”, aseguró el Ministro de Minas y Energía, Diego Mesa.

Por su parte, Jorge Rivera Staff, Secretario de Energía de Panamá aseguró que “este es un hito más del compromiso que tienen ambos países de impulsar proyectos que garanticen seguridad energética para la región, mediante un abastecimiento diversificado, seguro, confiable y responsable con el medio ambiente, donde la integración adquiere un nuevo alcance social”.

La Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG) de Colombia y la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (ASEP) de Panamá serán las encargadas de desarrollar el Esquema de Armonización Regulatoria, que incluye la definición de los mecanismos necesarios para el desarrollo y remuneración de las obras que contemple el proyecto y las condiciones para el intercambio de energía.

Así mismo, estas entidades serán las encargadas de definir las reglas para la operación comercial y técnica de la Interconexión Eléctrica Colombia – Panamá, que contempla la construcción de una línea de transmisión desde la subestación Panamá II (Provincia de Panamá) hasta la subestación Cerromatoso (departamento de Córdoba).

Esta línea tendrá una capacidad de transporte de 400 MW y una longitud aproximada de 500 kilómetros, que incluye dos tramos terrestres de 220 kilómetros y 150 kilómetros y un tramo submarino de 130 kilómetros. Además, será desarrollada en la tecnología conocida como transmisión de energía en corriente directa (HVDC), la cual representa grandes beneficios desde el punto de vista técnico, económico y ambiental.

Esta interconexión eléctrica ofrece a Colombia y Panamá una alternativa de exportación de energía que permitirá aprovechar su oferta disponible y brindar mayores oportunidades de negocio para todos los agentes de la cadena productiva. Así mismo, cada país tendrá acceso a fuentes de generación económicas (disponibles al otro lado de la frontera), lo cual contribuirá a la reducción de los costos de energía en el mediano plazo y al ahorro de combustible.

• Inversiones por más de 2.500 millones de dólares se desarrollarán en proyectos de La Guajira durante sus diferentes etapas (desarrollo, construcción y operación).
• Los proyectos generarán cerca de 1.500 empleos para la región.

En el marco del Congreso Internacional de Energías Renovables y Rueda de Negocios organizado por la Asociación de Energías Renovables SER Colombia, el Consejo Mundial de Energía Colombia - WEC y el FISE, se realizó el panel de discusión: Energías Renovables en la Guajira ¿Cómo vamos?

La Guajira cuenta con el mayor potencial del país para el desarrollo de proyectos de Energías Renovables, es así que se espera que sea el epicentro de la transición energética de Colombia.

Uno de los puntos más importantes detectados por las empresas, es lograr una comunicación efectiva y asertiva con las comunidades de la región. Es por esto que Hedmer Verlaine, señala que es relevante “mantener articulación adecuada, sostener la comunicación y la tradición con la cultura Guajira”.

En el mismo sentido, Felipe de Gamboa, Country Manager de EDP Renewables asegura: “tenemos un equipo social que está en la zona, están involucrados y todos los días dialogan con las comunidades para explicar los beneficios y la magnitud de lo que se va a hacer”.

Uno de los mayores retos, como lo señala Eugenio Calderón, Gerente de Generación de Emgesa, “es mantener la comunicación con los diferentes grupos de interés, para lograr obtener un beneficio económico, conseguir que se avance en los proyectos. Para la comunidad es relevante entregar información veraz y oportuna”.

La diversificación de la matriz energética en Colombia, resulta muy importante y de acuerdo con lo expuesto por Sandra Rodríguez Samacá, Asesora de la Consejería Presidencial para la Competitividad y la Gestión Pública, muestra preocupación en el departamento de La Guajira, ya que este se vio muy afectado con la pandemia, y varias reuniones de consultas previas tuvieron que ser reprogramadas.

Sin embargo, Rodríguez resaltó que, “ha sido un reto y lo hemos asumido como tal, ya hace dos años instalamos nuestras mesas de trabajo. Estos proyectos tienen diferentes aristas y que se trabajan desde todos los Ministerios”.

Para Eugenio Calderón, en la región se han enfrentado varias dificultades, y se realizan acciones de valor compartido: “en La Guajira tenemos más de 5 años en territorio y dando cumplimiento a requisitos de ley”.

Calderón además señala que, “en el desarrollo de La Guajira, el mayor desafío es el social, aunque es importante el técnico, creemos que en términos de lo social le estamos dando más enfoque para la construcción de los proyectos”.

Otro tema que se resalta relevante para la región, como lo menciona Alfredo Orcasitas, Asesor de Despacho en temas de Energías Renovables de La Guajira, “la gran preocupación es la seguridad y los bloqueos. Desde la Gobernación hemos estado prestos a colaborar para no afectar los proyectos y agilizar el tema de los permisos”.

El sector de las Energías Renovables pretende reforzar el trabajo de las consultas previas, porque entendemos que esto va más allá y se quiere dejar desarrollo para la región con la reactivación económica, humanizar nuestro trabajo y aportar al progreso social de la región.

La Guajira: un rico potencial para la generación eólica

En La Guajira se espera el desarrollo de 9 proyectos eólicos de gran escala adjudicados en la segunda subasta de energías renovables no convencionales realizada en octubre de 2019.

La zona se caracteriza por tener una generación de vientos importante, en la que se puede aprovechar el 50% del área del departamento de acuerdo a los análisis de la UPME. Solo allí, asumiendo proyectos de 100 MW y velocidad media plurianual, el potencial de generación es cercano a los 15.000 MW, sin incluir posibles desarrollos futuros en offshore.

Trabajo de las empresas con comunidades

Muchas de las empresas ya están trabajando con las comunidades para diseñar y desarrollar proyectos que incidan directamente en su calidad de vida y bienestar, por lo que han hecho alianzas con entidades como el SENA (para manipulación de alimentos), con Artesanías de Colombia (para programas de formación y comercialización de artesanías), entre otros.

Algunas de las soluciones regionales con proyectos concretos que se desarrollan actualmente están encaminadas a proyectos para la generación de agua potable y energización rural entre otros.

Efectos colaterales positivos para toda La Guajira

Además de los beneficios directos para las comunidades de las zonas donde se desarrollarán los proyectos, por las compensaciones que recibirán, entre otras, La Guajira en general tendrá un impacto positivo para su economía:

• Se generarán más de 15.000 empleos, entre directos e indirectos.
• Desde alquiler de maquinaria hasta fabricación de insumos darán nuevas posibilidades de empleo y creación de nuevas empresas de logística y servicios.
• A esas actividades propias de las construcciones, se abrirán posibilidades para todo tipo de negocios y servicios que demandará la nueva población que llegará. Sin duda, negocios como restaurantes, hospedajes, actividades de esparcimiento y entretenimiento, entre muchos más, tendrán en la llegada de los proyectos eólicos una oportunidad importante de crecimiento.
• Otro beneficio que redundará en toda la región tiene que ver con el mejoramiento y construcción de vías.
• Vehículos, hoteles, vuelos, logística, transportes y muchas más actividades tendrán que desarrollarse.

Las inversiones superarán los 2.500 millones de dólares durante sus diferentes etapas: desarrollo, construcción y operación.

La inversión social en las zonas de influencia será de aproximadamente 178 millones de dólares, con lo que se espera realmente hacer un aporte sustancial que impacte positiva y realmente la región y su desarrollo.