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Durante su visita a Estados Unidos, este mes de abril de 2023, el mandatario de los colombianos Gustavo Petro tuvo oportunidad de intervenir en el conversatorio organizado por la Universidad de Stanford, en San Francisco, donde el tema central fueron los ‘Desafíos del cambio climático, el crecimiento económico y la inclusión social en América Latina’.
Go Green es una iniciativa promovida por Schneider Electric, en la cual pueden participar estudiantes de pregrado, posgrado o maestría de todo el mundo que cursen procesos académicos en ingeniería, negocios, administración, marketing e innovación.
Para la edición 2023, se convoca a los jóvenes que hayan desarrollado proyectos e ideas para la Circularidad y Eficiencia Energética para edificios, orientados a la transformación neta cero.
Los interesados pueden inscribirse a través de https://gogreen.se.com/es, donde deberán seguir los pasos para postular sus propuestas. La convocatoria ya está abierta y se cierra el próximo 9 de junio. Luego se procederá a la etapa de evaluación y selección de los mejores para pasar al proceso de mentoría en el mes de julio, momento en el que se anunciarán los finalistas de Sur América y posteriormente los ganadores de otras seis regiones del mundo: Oriente Medio y África, Norteamérica, India, Asia Oriental y Japón, Pacífico y Europa.
Los premios para los mejores proyectos de Sur América son:
Fuente: Schneider Electric
Latam Green, la comunidad más grande de Latinoamérica vinculada al avance de la sostenibilidad en la región, llegará a Medellín, Colombia, el próximo 7 de junio, para mostrar los avances, retos y oportunidades del país en materia de desarrollo sostenible.
El segundo encuentro presencial de la “Gira 2023”, tras el exitoso paso por la ciudad de Sao Paulo, Brasil, contará con la presencia de destacados protagonistas del sector público y la empresa privada, quienes compartirán sus experiencias y perspectivas, en paneles de diversas temáticas.
La descarbonización en las empresas; los factores ambientales, sociales y de gobernanza corporativa (ESG), la banca y los fondos de inversión, entre otros, formarán parte de la agenda, junto a espacios de networking para afianzar la comunidad sostenible en Colombia y la región.
Una vez más, Colombia abrirá sus puertas a Latam Green, para mostrar su apuesta por la sostenibilidad, los mercados financieros, el desarrollo inclusivo y la descarbonización.
Latam Green es una organización de carácter regional, líder en el fomento de la sostenibilidad y forma parte de la red latinoamericana de inversión sostenible,Invest in Latam.Entre sus colaboradores destacan Principles for Responsible Investment (PRI), Climate Bonds Initiative (CBI), Saving the Amazon, Banco Interamericano de Desarrollo, entre otros.
Fuente: Latam Green
Alemania cerró el sábado 15 de abril, los tres últimos reactores nucleares con los cuales contaba y puso fin a este capítulo en el uso de este tipo de energía, como parte de su compromiso por contrarrestar el cambio climático.
El protocolo de desconexión de la red eléctrica de las centrales Isar 2 (Baviera), Neckarswestheim (Baden-Wurtemberg) y Emsland (Baja Sajonia), se llevó a cabo a la medianoche, hora de Alemania.
A través de un mensaje en video difundido en las redes sociales, la ministra de Medio Ambiente, Steffi Lemke afirmó: "Hoy en Alemania se apagan las últimas nucleares. La decisión fue tomada por consenso en el Bundestag (cámara baja del Parlamento alemán) y por varios gobiernos. Es una decisión buena y acertada porque hace nuestro país más seguro. La energía atómica ha dado electricidad a tres generaciones, pero sus residuos seguirán siendo peligrosos a lo largo de las próximas 30.000 generaciones, por eso hay que ser precavidos y realizar el proceso con responsabilidad",
La cadena informativa DW confirmó en sus canales de comunicación, que desde 2003, Alemania ya ha cerrado 16 reactores. Un proceso que se aceleró en 2011, tras la catástrofe de Fukushima, con el impulso del gobierno de la conservadora Angela Merkel. Su propuesta de renunciar a la energía nuclear fue aprobada por una amplia mayoría en el Parlamento alemán -con 513 votos a favor y 79 en contra- pero la incertidumbre provocada por la guerra de Ucrania y la consiguiente crisis energética ha reabierto el debate sobre una forma de energía que hasta mediados de abril de 2023 generaba el 5 % de la electricidad consumida en Alemania.
Fuente: DW – AFP – EFE
Desde la madrugada del pasado 15 de abril, La Fuerza Aérea Colombiana (FAC), junto con Ecopetrol y los Ministerios de Defensa y Ciencias, lanzaron el segundo satélite colombiano al espacio, denominado FACSAT2 Chiribiquete.
La FAC logró que su segundo satélite entrara en la recta final de desarrollo, tras casi dos años de incansable esfuerzo, numerosa documentación y transferencia de conocimiento con la empresa GomSpace de Dinamarca.
Según confirmó el Ministerio de Ciencias la puesta en órbita del segundo satélite colombiano tendrá por objeto realizar mediciones especializadas con el fin de reducir la emisión de gases y afrontar la crisis climática en el país andino. Para ello tomará imágenes del país desde el espacio y rastreará gases de efecto invernadero con sensores. El satélite cuenta con una resolución de 4,7 metros por píxel, una cámara electroóptica, (MultiScape 100 CIS), que tomará imágenes en colores de luz visible.
Chiribiquete estará en condiciones de monitorear los GEI, caracterizar las fuentes de emisión y generar estrategias para la disminución de dichos gases causantes del calentamiento global.
Con este lanzamiento, la FAC espera continuar liderando el desarrollo de las capacidades y conocimiento tecnológico-espaciales en el territorio colombiano; al mismo tiempo, busca fortalecer el entendimiento de los nanosatélites, para llegar algún día a desarrollar satélites más grandes producidos netamente por la Institución, permitiendo un gran avance y logro para Colombia.
Fuente: FAC y Actualidad Aeroespacial
Preocupa que el Gobierno Nacional, en lugar de descartar de plano un posible racionamiento con el espejismo de los embalses rebosados, no esté tomando medidas de contingencia para conjurarlo. Se debería estar monitoreando el comportamiento del Sistema y sus agentes en toda la cadena, para no llevarse sorpresas, pues es bien sabido que varias centrales de generación térmica en este momento no son operativas.
Esta edición dedicada al tema de las energías renovables, nos deja varias reflexiones y cuestionamientos. En primer lugar, con respecto a la disponibilidad de energías renovables, sin duda alguna, Colombia es uno de los países no solo del continente americano sino del mundo entero con mayor potencial, goza de grandes riquezas tanto de recursos hídricos como solares y eólicos. De hecho, como lo comenta la presidenta ejecutiva de SER Colombia, Alexandra Hernández Saravia, el potencial de generación solar es de 32.000 MW, además de 30.000 MW de capacidad eólica. Si fuera posible desarrollar ese potencial y materializarlo en proyectos tangibles como parques de generación, fácilmente Colombia triplicaría su capacidad instalada actual, que es de 18.851,84 MW de potencia, de los cuales el 66% son de origen hídrico y 32% de origen térmico.
La generación hidroeléctrica es por naturaleza una de las principales formas de energía limpia, sin embargo, nuestro país desde siempre ha sido hidrodependiente en materia de generación eléctrica, lo cual nos ha costado caro en el pasado, como ocurrió en el año 1992 y recientemente en 2015, ambos episodios por los efectos del fenómeno del Niño.
Ante esta realidad, lo ideal es seguir caminando hacia una transición energética, donde el país gradualmente vaya dejando atrás esa hidrodependencia y le apunte más bien a la generación de energía con base en otros recursos como los que brindan la calidad de los rayos solares y los vientos de los cuales goza Colombia a lo largo y ancho de su geografía.
Vale la pena tener presente que, después de tres años donde el fenómeno de “La Niña” ha sido el protagonista, los pronósticos aseguran que, a partir del próximo mes de junio, la temporada seca será la constante por un buen periodo de tiempo; el “Niño” que después de mes y medio de hacerse notar, pondrá en vilo la capacidad de los embalses, la disponibilidad energética y de paso impactará las tarifas de energía eléctrica, con más severidad de lo que hemos visto hasta el momento.
Es aquí donde vienen los inconvenientes y las preocupaciones que han salido a flote, particularmente desde mediados del año pasado, con las políticas del gobierno del cambio. Si bien todos los males no se le pueden atribuir al actual gobierno, porque ya se venían dando algunos tropiezos en materia energética desde el anterior cuatrienio, es innegable que en los casi 9 meses de gestión de Gustavo Petro, se han venido presentando todavía más inconvenientes y retrasos, una especie de “palo en la rueda” al desarrollo energético del país.
Si bien la intención del presidente de los colombianos es acertada en el sentido de apostarle a la generación de energía limpia, en concordancia con el compromiso mundial de mitigar el cambio climático, las medidas y directrices que viene dando definitivamente no han sido las más apropiadas, toda vez que ponen en vilo la seguridad energética y el crecimiento económico; al mismo tiempo, denotan improvisación, desconocimiento, y hasta la evidencia de un permanente “teléfono roto” al interior del propio gobierno.
Los caprichos y frecuentes equivocaciones de la ministra Irene Vélez le han valido las críticas y contraposiciones de sus coequiperos, entre ellos, el ministro de hacienda José Antonio Ocampo, la ministra de agricultura Cecilia López, el presidente del senado Roy Barreras, por mencionar solo algunos. Sin olvidar que una de las primeras en levantar la mano para sentar su voz de protesta fue la ex viceministra Belizza Ruiz, quien dejó su cargo a comienzos de este 2023, por las discrepancias con la titular de la cartera, debido a su desacuerdo por la falta de criterio técnico e incoherencia en el manejo del sector.
Es momento de insistir en que, si bien Colombia no puede ser ajena a los impactos del cambio climático, tampoco puede sacrificar su seguridad energética cuando está asumiendo responsabilidades del impacto del calentamiento global al mismo nivel de los principales causantes del daño: China, Estados Unidos, India, Rusia y Japón, responsables del 62% de las emisiones de CO2 en todo el Planeta.
Colombia se está “dando el látigo” con estas políticas anunciadas por el actual gobierno donde está cerrando de tajo las nuevas posibilidades de exploración y explotación de petróleo y gas de los cuales siempre ha dependido el desarrollo y el crecimiento económico de nuestro país. Sin los recursos provenientes de este sector de hidrocarburos, ¿con qué se van a financiar los proyectos de energía renovables con los que estamos soñando desde hace varios años? ¿Con qué se van a construir nuevas vías, se va a solventar la salud, la educación y los demás sectores que dependen de dichos recursos?
La intención de sopesar la economía del país en otros sectores como por ejemplo el turístico, que apenas está dando pasos y enfrentando sus propias dificultades (como es bien sabido ante el descalabro de algunas aerolíneas y las políticas económicas vigentes), es otro de los espejismos del actual gobierno, una buena intención que se convierte en un “algodón de azúcar”, lejos de ser en realidad el músculo de desarrollo robusto y certero que el país necesita para salir adelante.
Ante este panorama, no dejan de preocupar las señales que está dando el gobierno con sus recientes anuncios en materia de tarifas y de medidas regulatorias. Como dice nuestro articulista y ex Ministro Amylkar D. Acosta Medina, “la CREG está desmantelada y sin capacidad de actuar”, y esto lo único que genera es incertidumbre, dentro y fuera del país, manda señales equivocadas a los inversionistas, quienes venían entusiasmados en aprovechar sus capitales en Colombia para el desarrollo de nuevos proyectos.
De paso, esas señales desacertadas, impactan el desarrollo, expansión y fortalecimiento del sistema de transmisión nacional. Y tal como lo interpreta el presidente del grupo de energía de Bogotá, Juan Ricardo Ortega, “Sin transmisión no es posible la transición energética”.
En conclusión, esta edición nos pone a reflexionar en lo siguiente: la riqueza y el potencial de Colombia en recursos para generación de energías renovables es muy grande, pero ante la terquedad del actual gobierno, resultan insuficientes para ofrecerle al país un panorama certero en materia de seguridad energética, en el mediano y largo plazo.