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• En Colombia, el Gobierno busca llegar a los 1.500 megavatios de energía renovable en 2021, acercándose a la meta de 2.400 megavatios al año 2022.
• En ese escenario, la innovación de actores como Nexans Colombia es vital para desarrollar productos y servicios que permitan electrificar las fuentes alternativas y lograr un desarrollo social más sostenible.
Ante el desafío mundial lanzado por la ONU,
la tecnología se pone al servicio del medioambiente.
Si bien el uso de la energía ha ayudado a mejorar la calidad de vida de miles de millones de personas en todo el mundo, el efecto de la influencia humana ha tenido un impacto profundo en el clima.
China ha construido la red de instalaciones de carga para vehículos eléctricos más grande del mundo, con más de 2,22 millones de estaciones de carga a septiembre, un 56,8 por ciento más que en el mismo período del año pasado, según datos de la Alianza de Promoción de Infraestructura de Carga de Vehículos Eléctricos.
El proyecto Al Dhafra PV2 Solar, que consta de aproximadamente 3 millones de paneles solares, será el parque solar de un solo sitio más grande del mundo. Con 2 gigavatios de capacidad de energía, la granja generará electricidad para aproximadamente 160.000 hogares en los Emiratos Árabes Unidos, contribuyendo al cambio hacia la energía renovable sostenible. Se espera que el proyecto entre en funcionamiento en noviembre de 2022.
La Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) y el Gobierno de Costa Rica firmaron, el pasado 6 de diciembre, un acuerdo para trabajar juntos para fortalecer los planes de descarbonización del país e impulsar la financiación de proyectos de energía renovable. El acuerdo fue firmado por Carlos Alvarado Quesada, Presidente de Costa Rica y el Director General de IRENA, Francesco La Camera en la sede de IRENA en Abu Dhabi.
Durante la reunión, los dos discutieron la creación de una hoja de ruta de inversión para complementar el Plan Nacional de Descarbonización de Costa Rica 2018-2050. El plan utilizará la próxima Hoja de Ruta de Energía Renovable de IRENA para Centroamérica para identificar oportunidades de financiamiento para proyectos nacionales importantes y respaldar la toma de decisiones en torno a la tecnología y los marcos regulatorios.
La Plataforma de Financiamiento del Acelerador de Transición Energética (ETAF) de USD 1000 millones, lanzada en la COP26 en asociación con los Emiratos Árabes Unidos, representará una piedra angular de los esfuerzos para promover el desarrollo bajo en carbono en el país centroamericano. Con un financiamiento ancla de USD 400 millones del Fondo de Abu Dhabi para el Desarrollo, la ETAF de IRENA trabajará en estrecha colaboración con el Ministerio de Medio Ambiente y Energía de Costa Rica para brindar financiamiento asequible a proyectos de energía adecuados que promuevan los objetivos de descarbonización de Costa Rica.
La Organización Latinoamericana de Energía (Olade) y la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), firmaron un acuerdo para facilitar la cooperación para abordar los retos del desarrollo en el sector energético sostenible en América Latina y el Caribe.
En la ceremonia de firma del acuerdo, realizada el 03 de diciembre del 2021, en representación de ambos organismos, estuvieron presentes el secretario ejecutivo de Olade, Alfonso Blanco y el director del Departamento de Energía de ONUDI, Tareq Emtairah. Tareq Emtairah, expresó que el acuerdo es clave para incrementar la ambición en el marco de la Agenda 2030 y el cumplimiento de los objetivos ODS7, ODS9, ODS13 y ODS5. En su discurso hizo referencia a la amplia experiencia de ONUDI en áreas como: movilidad sostenible, mini-grids, sistemas de gestión de energía, tecnologías de frontera, entre otras.
Por su parte, el secretario ejecutivo de Olade, Alfonso Blanco, indicó que para el Organismo es un honor establecer esta alianza, ya que ambas organizaciones comparten valores similares además de estrategias para materializar la colaboración en bien de la región de América Latina y el Caribe. Además, resaltó que Latinoamérica y el Caribe es la región más renovable alrededor del mundo, considerando su matriz energética primaria.
El crecimiento de la capacidad mundial para generar electricidad a partir de paneles solares, turbinas eólicas y otras tecnologías renovables está en camino de acelerarse en los próximos años, y se espera que 2021 establezca un nuevo récord histórico para nuevas instalaciones, dice la AIE en un nuevo reporte.
Para 2026, se pronostica que la capacidad mundial de electricidad renovable aumentará más del 60% desde los niveles de 2020 a más de 4800 GW, lo que equivale a la capacidad energética global total actual de combustibles fósiles y nucleares combinados. Se prevé que las energías renovables representen casi el 95% del aumento de la capacidad energética mundial hasta 2026, y la energía solar fotovoltaica solo proporcionará más de la mitad. Se espera que la cantidad de capacidad renovable agregada durante el período de 2021 a 2026 sea un 50% más alta que la de 2015 a 2020. Esto se debe a un mayor apoyo de las políticas gubernamentales y los objetivos de energía limpia más ambiciosos anunciados antes y durante la Conferencia sobre el cambio climático COP26.
Se prevé que el crecimiento de las energías renovables aumente en todas las regiones en comparación con el período 2015-2020.El informe de la AIE espera que este crecimiento récord de las energías renovables se produzca a pesar de los altos precios actuales de las materias primas y el transporte. Sin embargo, si los precios de las materias primas se mantienen altos hasta fines del próximo año, el costo de las inversiones en energía eólica volvería a subir a los niveles vistos por última vez en 2015 y se borrarían tres años de reducción de costos para la energía solar fotovoltaica.
El proveedor global de energía y electricidad, Iberdrola, y la startup sueca de acero verde, H2 Green Steel (H2GS), anunciaron un acuerdo para construir una planta de 1.000 MW para la producción de hidrógeno verde, con una inversión estimada de 2.300 millones de euros.
Ambas compañías planean construir la planta con el objetivo de utilizarla para alimentar un horno de reducción de mineral de acero para la producción de este compuesto, con una huella de carbono reducida en un 95%.
La descarbonización del sector del acero ha estado en el centro de discusiones clave sobre la transición de la industria global.
Los retos que enfrenta este sector resultan poco comunes frente a otro tipo de industrias, principalmente por las temperaturas necesarias para fundir la materia prima.
En este sentido, el sector representa entre el 7% y el 9% de las emisiones diras del uso global de combustibles fósiles.
“La electricidad (1600) y el motor de combustión interna (1863) comparten la medalla de oro de las invenciones más importantes de todos los tiempos” Robert Gordon
LOS DESAFÍOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO
El año 2015 marcó un hito histórico en la lucha contra el cambio climático y el calentamiento global, a consecuencia de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), al aprobarse y ratificarse por parte de más de 197 países el Acuerdo de París, el cual se propuso la descarbonización de la economía mediante la Transición energética, que pasa por su electrificación a partir de fuentes no convencionales de energías renovables (FNCER).
Se trata de frenar el aumento de la temperatura, para que este no supere el umbral de 1.5 grados centígrados con respecto a la era preindustrial, considerado como el punto de no retorno, para evitar la debacle planetaria a la que nos veríamos abocados de no lograrlo. Se estima que para lograr dicho cometido se deberá disminuir la producción y el consumo de combustibles de origen fósil en aproximadamente un 6% anual de aquí al año 2030.
En Colombia no sólo se ratificó el Acuerdo de París, mediante la Ley 1844 de 2017, sino que se había anticipado al mismo con la expedición de la Ley 1715 de 2014, mediante el cual se promueve e incentiva la generación, la producción y el uso de las FNCER. Esta última Ley vio ampliado su espectro y su alcance con la más reciente promulgación de la Ley 2099 de 2021, al tiempo que mediante la Ley 2128 se promueve el gas combustible, tanto el gas natural como el gas licuado de petróleo (GLP), como eje de la transición energética, la cual propende por la movilidad sostenible como la mayor y mejor contribución a la reducción de las emisiones de GEI. De allí el auge de los vehículos con motores eléctricos, que vienen desplazando a aquellos con motores de combustión interna.
LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA
Como lo dijo recientemente el Secretario General de las Naciones Unidas Antonio Guterres, “hoy nos enfrentamos al momento de la verdad (…). las emisiones de la energía representan alrededor del 75% de las emisiones de GEI”, principales responsables del cambio climático. Y dado que el sector transporte representa el 19% de la energía que se consume en el mundo, la sustitución del motor de combustión por el motor eléctrico significará un enorme impulso a la demanda por electricidad hacia los próximos años. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), el 97% del crecimiento de la demanda de electricidad entre el 2013 y el 2030 corresponderá a la actividad del transporte.
Según la Directiva de la Unión Europea, en línea con el Acuerdo de París, para el año 2025, como mínimo, el 25% de su flota de vehículos deberá propulsarse con motor eléctrico y a partir del 2035 queda prohibido el uso de los motores de combustión interna. En el Reino Unido se dispuso que, a partir del año 2030, quedará prohibida la venta de vehículos con motores de combustión interna. China es, de lejos, el mayor fabricante de vehículos con motor eléctrico y con el mayor número de ellos en su flota, seguida por Noruega y EEUU.
La estadounidense TESLA y la china Hong Guan están en un cabeza a cabeza como los mayores fabricantes en el mundo de vehículos eléctricos. El Presidente de EEUU Joe Biden le puso el pie al acelerador: dispuso renovar toda la flota federal de EEUU con 645.000 vehículos eléctricos. Según la AIE, el mundo cuenta con 862.118 puntos públicos de carga lenta y rápida en el mundo, de los cuales el 60% corresponde a China. De acuerdo con la misma fuente, para 2030 se venderán unos 150 millones de coches eléctricos al año; un 28 % más que en la actualidad. Definitivamente el futuro de la movilidad sostenible es el del motor eléctrico.
Cabe advertir que el mercado de los vehículos dotados de motores eléctricos no ha madurado suficientemente, dadas sus limitaciones tecnológicas que no permiten, por ejemplo, usarlos tan ampliamente como sería deseable, particularmente en vehículos de carga pesada en largos trayectos, como tampoco en el transporte marítimo y aéreo. Otra limitación tiene que ver con la escasa cobertura con la que se cuenta todavía de la infraestructura de los puntos de carga.
En suma, podríamos decir que la estrategia de descarbonización del sector transporte debe combinar unas acciones de corto plazo, que tiene que ver con la mejora de la calidad de los combustibles, como se ha venido dando gracias al uso de los biocombustibles y a los esfuerzos de ECOPETROL en sus refinerías para entregar un mejor combustible, así como el consumo del gas combustible, considerado como el combustible – puente de la Transición energética, otras a mediano plazo que apuntan a la movilidad eléctrica y a largo plazo, definitivamente, el hidrógeno está llamado a ser el combustible del futuro. La tecnología para su producción, almacenamiento, transporte y uso del mismo se ha venido desarrollando vertiginosamente.
LA MOVILIDAD SOSTENIBLE EN COLOMBIA
En Colombia, específicamente, el transporte se destaca como el mayor consumidor de energía con el 36%, duplicando su demanda entre los años 1975 y 2018 y superando a la industria, que sólo demanda el 22%. En la medida que este es el sector con el mayor consumo de energía, del cual un alto porcentaje de la misma, que supera el 90%, es de origen fósil (gasolina y diésel), al que se suma el crónico envejecimiento de la flota vehicular, el transporte público y de carga se han convertido, según el IDEAM, en los mayores contaminantes, siendo los responsables del 17% de las emisiones de CO2 en el país, amén de material particulado.
La Transición Energética y la Movilidad Sostenible comenzaron en Colombia con la producción y el uso de los biocombustibles en el año 2005, con fundamento en las leyes 693 de 2001 y la Ley 939 de 2004, tendiente a mejorar la calidad de los combustibles de origen fósil (gasolina y diésel), reduciendo las emisiones de 2.5 millones de toneladas de CO2 y 130 toneladas de material particulado anualmente.
CONSUMO DE ENERGÍA POR SECTORES
Las políticas de promoción del gas combustible, con sus incentivos arancelarios y tributarios, así como la reducción de costos, han hecho posible que Colombia se haya convertido en un referente regional, con 560 mil vehículos convertidos a gas natural, desde utilitarios hasta el Sistema integrado de transporte masivo de pasajeros en las ciudades capitales, pasando por el transporte de carga. Colombia es un referente en América Latina, gracias a los beneficios ambientales, técnicos y económicos que ofrece el Gas Natural Vehicular (GNV), más de 1.800 buses dedicados 100% a GNV ruedan por las principales del país, ofreciéndoles a sus operadores diversas ventajas, entre las que destacan: economía en el combustible, óptimo desempeño técnico y una importante contribución al ambiente y a la salud de los colombianos. Aunque incipiente todavía, se viene abriendo paso el uso del GLP como combustible motor (autogas) en el país.
De acuerdo con E – Radar, una iniciativa del Laboratorio de movilidad sostenible de la Universidad de Río de Janeiro (en tiempo real): de los 2.306 buses eléctricos en Latinoamérica Colombia 446 (Bogotá 351, Medellín 69, Cali 26), superando ampliamente a Chile que a duras penas cuenta con 819, lejos todavía de Chile en donde cuentan con 819, de los cuales 776 circulan en Santiago. El despegue de los buses eléctricos en Colombia apenas empezó hace 3 años, sin embargo, el Gobierno Nacional se ha propuesto como meta que para el 2030 el 100% de los buses sean eléctricos. Los avances logrados hasta ahora se deben fundamentalmente a la expedición de la Ley de movilidad 964 del 11 de junio de 2019 y a su diligente implementación por parte de las entidades territoriales.
Es de anotar que el transporte en el país se caracteriza por ser el sector con la más alta ineficiencia energética, habida cuenta que sólo aprovecha como energía útil el 18% de la energía que consume, debido fundamentalmente al rezago y a la obsolescencia tecnológica del parque automotor. Este sector concentra el 54% del total de las pérdidas de energía del país, con un costo aproximado a los US $3.000 millones anuales (¡!). Luego este es otro frente que no debe escapar de la Transición energética y la movilidad sostenible, pues la eficiencia energética es la mayor y mejor contribución que puede hacer el sector transporte a la movilidad sostenible.
PROYECCIÓN DE CONSUMO DE ENERGÍA
Fuente: Ministerio de Transporte |
Finalmente, es de destacar el anuncio del gobierno al poner en marcha la Hoja de ruta del hidrógeno, en el sentido de poner en marcha varios pilotos en el propósito de incursionar a mediano plazo en la producción de hidrógeno verde y azul, aprovechando el gran potencial con que cuenta Colombia para posicionarse no sólo como productor y exportador de hidrógeno sino para integrar esta otra fuente no convencional de energía a la matriz.
Y muy seguramente el sector transporte verá ampliada de esta manera las alternativas al uso de combustibles de origen fósil, ya que podrán disponer de pilas de combustible de hidrógeno en esta fase de Transición en la que estamos. Es de anotar que el hidrógeno y las baterías no sólo son complementarios, son sinérgicos. Juntos permitirán avanzar la descarbonización más allá de lo que cada uno puede hacerlo por separado.
No hay duda de que la Transición energética y con ella la movilidad sostenible son irreversibles, seguirán avanzando y terminarán por imponerse, sólo que, a su propio ritmo y velocidad, como corresponde hacerlo dadas las especifidades de nuestra propia realidad. A modo de ejemplo, no es lo mismo su desarrollo e implementación en los países avanzados, en donde la adquisición o renovación del parque automotor se hace con vehículos cero kilómetros, como suele hacerse, lo cual facilita y hace más expedita la transición, que, en países de ingreso medio, como Colombia, en donde el mercado de los vehículos usados es muy amplio y ello retarda el recambio de aquellos con motores de combustión por los automotores eléctricos.
El pasado 8 de diciembre, el Presidente de Estados Unidos Joe Biden hizo pública una orden ejecutiva para que el gobierno federal deje de emitir carbono para 2050, y se comprometa con reducir en un 65% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030.
Por considerar este mandato de gran importancia, teniendo en cuenta que el compromiso con el cambio climático de la principal potencia del planeta es un tema de interés e impacto mundial, publicamos a continuación, los aspectos más representativos de la orden que el gobernante dio a conocer a través de un comunicado publicado por la Casa Blanca: