• La operación se reanudó el sábado 18 de julio con todos los protocolos de bioseguridad para evitar el contagio del coronavirus (COVID-19).
• Las comunidades Arukajuy y Kasiwoluin 2 le solicitaron al Ministerio de Minas y Energía su reactivación.
• EPM acompañará a las comunidades hasta 2023 con el desarrollo de proyectos que contribuyan al mejoramiento de su calidad de vida.

Al inicio de este año, EPM suspendió la generación de energía en el Parque Eólico Jepírachi acatando la resolución 060 de 2019 de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), que implica la adopción de nuevas tecnologías y que el parque eólico no cumple con la que tiene instalada, debido a su antigüedad.

Dada la imposibilidad de actualizar tecnológicamente el parque eólico, debido a sus características, pero bajo el reconocimiento de que podía seguir operando hasta finalizar su vida útil en 2023 sin que se afectara el Sistema Eléctrico, EPM solicitó al Gobierno Nacional que se le permitiera seguir generando temporalmente. A su vez, los pobladores del área de influencia pidieron a las autoridades la reactivación del Parque para continuar trabajando en los distintos proyectos productivos comunitarios y mantener el empleo. Estas gestiones surtieron efecto y, tras la autorización del Gobierno Nacional, EPM reinició la generación de energía eólica a partir del sábado 18 de julio de 2020.

La reactivación del Parque Eólico Jepírachi, en plena pandemia del coronavirus (COVID-19), implica la adopción de un protocolo de bioseguridad para evitar el contagio del virus, cuidar a los trabajadores y a las comunidades aledañas.

El Parque Eólico Jepírachi es el primer parque para la generación de energía eólica construido en Colombia. Nació como proyecto piloto en el marco de una estrategia, con visión de largo plazo, que busca aprovechar el potencial eólico en la Alta Guajira y comenzó su operación comercial el 27 de abril de 2004, de acuerdo con lo establecido por la Resolución 18-1287 del 5 de octubre de 2004, expedida por el Ministerio de Minas y Energía.

Presencia en el territorio
Desde 2002, cuando EPM hizo presencia en La Guajira, siempre ha buscado el bienestar de las comunidades a través de distintos proyectos y estrategias. En los últimos años, gracias a la concertación con la gente, se establecieron acuerdos para el desarrollo de iniciativas en pesca y artesanías. Por la emergencia del COVID 19, estaban suspendidos estos procesos, pero se adelantaron los ajustes necesarios para reiniciar actividades y continuar con propuestas de desarrollo, basadas en la concertación y el diálogo permanentes.

Adicional a los proyectos productivos, las comunidades cuentan con el abastecimiento del agua apta para consumo humano, gracias a la planta desalinizadora que fue construida por EPM como medida compensatoria a los ciudadanos. Esta planta fue entregada al municipio de Uribia como la normatividad lo exige y que, gracias a un convenio interadministrativo con esta localidad, EPM se ha encargado de operar dicha planta y abastecer del líquido vital a la gente.

En diálogo con Mundo Eléctrico, el Director Ejecutivo de la CREG, Jorge Alberto Valencia Marín, se refirió al avance que espera tener el país en transición energética, que en su concepto, a pesar de las dificultades ocasionadas por la pandemia del COVID-19 y el confinamiento obligatorio, se debería llevar a cabo sin mayores tropiezos. Además, el Ing. Valencia hizo un balance de la gestión de la Comisión en el último año, en diversos aspectos y comentó cuál es el panorama energético para el país en el corto y mediano plazo.

Mundo Eléctrico: ¿Cuáles son los principales aspectos de la gestión de la CREG en los últimos meses y particularmente lo que se hizo en 2019?

En relación con la energía y hasta principios de los 90, el país se había preocupado más por extender las redes, por aumentar la cobertura del servicio y menos por la calidad del mismo. No obstante, sin dejar de lado la expansión del servicio a los habitantes del territorio nacional, la CREG comenzó a expedir reglas para aumentar la calidad de la prestación del servicio, a partir de 1997.

Ante el Director General de UPME, el 12 de febrero de 2020, tomó posesión la nueva subdirectora de Demanda, Lina Patricia Escobar Rangel.

Escobar, nacida en Bogotá, cuenta con estudios de Economía de la Universidad Nacional de Colombia. Es Magister en Regulación, de la Universidad de los Andes, su formación también incluye estudios de postgrado en Derecho, Economía y Administración de la Universidad de Toulouse de la República Francesa. Además, es Doctora en Economía y Finanzas de la Escuela Nacional Superior de Minas de París.

Antes de llegar a la UPME, se desempeñó durante los últimos 5 años como asesora de la Comisión de Regulación de Energía y Gas- CREG y previamente como doctorante de la Escuela Superior de Minas de Francia. En el ámbito de la investigación se destaca su trabajo en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de los Andes.

Fuente: UPME*

La Gestión Eficiente de la Energía, un concepto definido en la Ley 1715 de 2014 como el “Conjunto de acciones orientadas a asegurar el suministro energético a través de la implementación de medidas de eficiencia energética y respuesta de la demanda”, ya se ha venido desarrollando en Colombia y esa parte que faltaba en el mercado “LA RESPUESTA DE LA DEMANDA”, ya es una realidad que está generando beneficios a los consumidores que participan de este nuevo modelo de negocio.

Para cualquier mercado, en especial para el mercado de energía, es necesario mantener el equilibrio permanente entre la oferta y la demanda. En ese sentido es exactamente igual que en momentos de escasez un generador prometa entregar una cantidad de energía (en eso consiste el cargo por confiabilidad) o que un grupo de consumidores prometan disminuir su consumo cuando el mercado lo requiera. Lo anterior es la base conceptual de la Respuesta de la Demanda y la explicación del por qué es un factor clave para mejorar la eficiencia de los sistemas eléctricos al permitir que la demanda se vuelva activa y participe en el mercado.

La Respuesta de la Demanda – RD es entonces la capacidad de disminuir el consumo de energía eléctrica con respecto a un patrón usual de referencia en momentos que el sistema eléctrico lo requiera, y está jugando un papel importante en los mercados de energía eléctrica en el ámbito mundial debido a los beneficios que representa para la eficiencia del sistema, del parque generador y en general, para el suministro confiable de los sistemas eléctricos.

Las disminuciones de consumo pueden ser por paradas de mantenimiento, paradas de producción porque se dispone de inventarios, autogeneración de emergencia o reducciones de confort (apagar sistemas de aire acondicionado) y todas estas son coordinadas y alineadas por los “agregadores de demanda”, un nuevo agente de la cadena de energía que llega al mercado para facilitar la participación activa de los consumidores en el mercado.

Teniendo en cuenta que el sistema eléctrico colombiano es un sistema que tiene una alta dependencia a las condiciones hidrológicas, cuando se presentan fenómenos como “El Niño”, se requiere que los generadores con mayores costos del sistema empiecen a operar para abastecer la demanda de energía. Estas situaciones cíclicas obligan al país a mantener un parque generador para uso eventual mientras que la industria, el comercio y otros sectores de consumo también disponen de capacidad de generación de energía a través de “plantas eléctricas de emergencia” que sirven para uso eventual. Así mismo, la reducción coordinada de demanda de energía eléctrica, también representa un alivio para el sistema y por lo tanto es un respaldo para asegurar el suministro.

Existe entonces la posibilidad que los generadores que se encuentran indisponibles por falla, mantenimiento o problemas que retrasen la misma construcción, como recientemente ha sucedido con proyectos como Hidroituango, puedan encontrar en los activos de generación de los mismos consumidores del mercado nacional, la posibilidad de respaldar temporalmente sus obligaciones de entrega de energía en caso que se presente una condición de escasez en el mercado energético. JULIA-RD S.A. E.S.P. es el agregador de demanda del mercado colombiano, encargado de alinear a los consumidores que participan en este nuevo negocio.

La última condición de escasez en Colombia se presentó durante el fenómeno de “El Niño 2015-2016” y fueron los consumidores, a través del ahorro de energía y al poner en operación sus plantas de emergencia, el último eslabón de una cadena de esfuerzos que evitó que Colombia no llegara a una situación de racionamiento. Esta primera experiencia exitosa de respuesta de la demanda en Colombia liderada por el Gobierno Nacional y reglamentada por la Comisión de Regulación de Energía y Gas - CREG, se denominó “Apagar paga”. La reducción de consumo de los colombianos alcanzó los 500 MW de potencia, es decir el 5% de la demanda de potencia en ese momento crítico.

En Colombia la regulación de la Respuesta de la Demanda inició desde el año 2006, año en el cual la CREG estableció, en la resolución CREG 071 de 2006, las fronteras de Demanda Desconectable Voluntaria (DDV) como uno de los anillos de seguridad del Cargo por Confiabilidad en caso de condiciones críticas de abastecimiento. En 2010 a través de la resolución CREG 063 se estableció el procedimiento para calcular el consumo de referencia (Línea Base de Consumo) a partir del cual se validan las reducciones de consumo.

A partir del pasado mes de octubre de 2018 empezó a regir la resolución CREG 098 de 2018, la cual reglamentó las pruebas de disminución de consumo (encendido de plantas de emergencia) que deben cumplir los consumidores que deseen participar en la Respuesta de la Demanda. Con estas pruebas, el mercado a través del administrador, asegura que los consumidores efectivamente tienen la capacidad de reducir parcial o totalmente su consumo cuando el sistema lo requiera.

Los consumidores que se han incorporado a este nuevo negocio representan casi el 7% de la demanda de energía No Regulada del país y están obteniendo beneficios equivalentes a 27 $/kWh consumido. En caso de presentarse una situación de escasez estos clientes reciben los recursos para encender sus plantas de emergencia, generando así un aporte a la confiabilidad del sistema eléctrico nacional.

En este momento la CREG está definiendo la propuesta regulatoria para que la demanda pueda participar también en el mercado de restricciones, brindando al mercado alternativas diferentes al encendido de plantas de costos elevados por las limitaciones en el sistema de interconexión eléctrica nacional.

*Ricardo Sánchez Alba. Gerente JULIA-RD S.A. E.S.P.
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