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La enorme inversión en energías renovables ha permitido a China, el país más contaminante del mundo, reduzca primera vez su dependencia del carbón. Pero a pesar de su gran inversión nunca antes vista, el gigante asiático tiene un enorme problema: su red eléctrica dista de ser eficiente.
Con una previsión de seis años antes de lo previsto. La capacidad eólica y solar de China en la actualidad alcanzó los 1.200 gigavatios de potencia el pasado mes de julio, un objetivo que Xi Jinping había programado para el año 2030.
China invierte más que ningún otro país en energías renovables. Solo en julio del presente año, añadió 25 GW en aerogeneradores y paneles solares, ampliando su capacidad total a 1.206 gigavatios, según un comunicado de la Administración Nacional de Energía de ese país.
China cuadruplica ya las instalaciones del siguiente país con mayor capacidad renovable en términos absolutos: Estados Unidos, pero el crecimiento vertiginoso no está exento de problemas, la energía eólica y solar solo ha generado el 14% de la electricidad que China consumió en la primera mitad del año.
China tiene un problema de flexibilidad, necesita más sistemas de almacenamiento a gran escala para compensar la intermitencia de las renovables, que no funcionan cuando deja de soplar el viento o se hace de noche. China tiene una capacidad de generar de energía limpia incomparable, pero necesita una enorme infraestructura para almacenarla y no depender del carbón.
La solución obvia son las baterías, los operadores de la red eléctrica están invirtiendo mucho dinero en instalaciones de almacenamiento de energía, principalmente parques de baterías y nuevas líneas de tendido eléctrico para que la energía que generan los aerogeneradores y los paneles solares llegue hasta ellos.
Las leyes provinciales chinas ya exigen a las empresas que sus parques eólicos y solares incluyan almacenamiento de energía para operar, pero harán falta nuevas reformas del mercado eléctrico para que, además de instalarse, se empiecen a utilizar eficientemente.
Como en Europa, la electricidad en China ya es barata gracias a las renovables, y vender energía almacenada no sale rentable, por lo que las baterías se acumulan sin usar. Según Bloomberg, apenas operan una vez cada dos días, quedando inactivas el 91% del tiempo.
China es el mayor importador de carbón y el país más contaminante del mundo, su dependencia al mineral, lo convirtió en el único país que seguía construyendo centrales térmicas a gran escala que generan con ese combustible.
Ahora, tras años batiendo récords de instalación eólica y solar, sin olvidar su capacidad hidroeléctrica y nuclear, China ha reducido en un 80% el número de permisos para nuevas plantas térmicas. La generación de energía a partir de carbón ha disminuido por primera vez, y es posible que China haya dejado atrás su pico de emisiones.
Fuente: Bloomberg.
Abr 13, 2020 Rate: 0.00