Para el sector, las iniciativas que buscan modificar el cargo por confiabilidad, así como aquellos que buscan incorporar las fuentes de energías renovables no convencionales,son inconvenientes y promueven la incertidumbre jurídica, por cuanto se solucionarían problemas coyunturales que estaría desencadenando otros aún mayores.
Para la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (ANDEG) las condiciones actuales del sector de generación en Colombia requieren una intervención oportuna del Gobierno Nacional, con el fin de lograr el desarrollo de políticas integrales que permitan solventar la creciente demanda de energía en el país y salvaguardar la confiabilidad del sistema eléctrico colombiano, en especial con la llegada de un nuevo Fenómeno de El Niño.
Para ANDEG, la propuesta surgida desde un sector del legislativo, plasmada en los proyectos de Ley 130 y 132, los cuales buscan modificar los porcentajes del cargo por confiabilidad, podrían llegar a ser inconvenientes ya que incorporar estos recursos dentro del presupuesto nacional, significaría que el suministro de energía dependa de la tramitología que tiene el presupuesto general de la Nación. Lo que equivale a retroceder en el tiempo unos 27 años.
“Sin duda existen problemáticas como la de Electricaribe que requieren recursos y medidas estructurales, sin embargo, su solución no debería generar riesgos para la confiabilidad del sistema, como el ocurrido cuando, debido a que los recursos de las plantas térmicas estaban dentro del presupuesto general de la Nación, los mantenimientos nunca se realizaron, y al llegar ‘El Niño’ de 1991, las plantas no funcionaron y se generó un apagón”, señala Alejandro Castañeda, director ejecutivo de ANDEG.
Por otra parte, desde ANDEG se ratifica la preocupación que existe frente a las Resoluciones 40791 y 40795 de 2018, que promueven e incentivan la entrada de energías renovables no convencionales al mercado eléctrico, bajo condiciones que rompen con toda la simetría y las reglas actuales del mercado, sin considerar la intermitencia que estas generan por la estacionalidad del viento y el sol.
El gremio cree en la diversificación de la matriz energética y la complementariedad que representaría la llegada de energías renovables, pero con este marco regulatorio los usuarios quedan completamente desprotegidos, ya que se pueden ver obligados a pagar, vía tarifas de energía, por los picos y oscilaciones que tenga el sistema cuando no haya generación por parte de las fuentes intermitentes que se busca incorporar.
Para la Asociación, este tipo de normas, que lucen apresuradas y carentes de planeación, son un paso hacia la erosión del mercado y un retroceso que le quita oportunidades tanto al sistema eléctrico nacional de ser más competitivo y a los usuarios de participar más activamente, privilegiando algunas fuentes de generación.
“Como gremio hemos promovido, desde hace más de cinco años, ajustes al mercado mayorista que se basen en buenas prácticas identificadas por la Agencia Internacional de Energía, para hacer un mercado más dinámico, competitivo y diversificado; lo cual debe respaldarse con señales claras de integración desde la formulación de políticas públicas para el sector, lo cual hace que se mitiguen los riesgos de las tecnologías renovables que requieren mayor flexibilidad”, puntualiza Alejandro Castañeda, de ANDEG.
