Sobre el aumento en los precios en bolsa, la directora ejecutiva de Asoenergía, Sandra Fonseca, indicó en su momento que “el problema de precios en la bolsa se debe en primera instancia a las expectativas de reducción de aportes hídricos por El Niño”.

En esa línea, Julio César Vera, presidente de la Fundación Xua Energy, señaló que “el precio en bolsa ha venido subiendo como efecto de la llegada del fenómeno de El Niño y la señal que hay hoy de escasez de oferta en el mercado, principalmente por el retraso de los proyecto de energía renovables y, obviamente, al haber menos lluvias, se empieza a caer la reserva de los embalses y los generadores hidráulicos empiezan a cuidar su agua para la generación de sus clientes en sus contratos, lo que empieza a generar señales de que el precio empieza a subir, inclusive ya por encima del precio de escasez”.

Los precios de bolsa afectan en el corto plazo en las tarifas a los usuarios cuyos prestadores no tengan contratos, pero también afectan en el largo plazo los contratos, es decir, las tarifas futuras.

“Principalmente, afecta a aquellos comercializadores que están más expuestos al mercado de bolsa, que tienen unos contratos en los cuales tienen que salir a pagar una porción importante, que puede estar entre un 40% y un 45% de sus necesidades, a precio de bolsa, y eso genera un encarecimiento de la energía para los consumidores de esas regiones, como Huila, Chocó, Putumayo, alguna parte de la Costa Atlántica”, explicó Vera. El experto agregó que también hay efectos sobre la cadena, como en las empresas comercializadoras.
“Si el Gobierno quiere intervenir no debería hacerlo poniendo en riesgo el funcionamiento del mercado. La política social debe hacerse con el presupuesto y no con las tarifas. En el largo plazo la clave está en fomentar la competencia, aumentar la oferta y afinar la regulación”, dijo González.