Una enigmática nube radiactiva se mueve por los cielos de Europa desde el pasado mes de junio. Se ha estado esparciendo por distintas regiones del continente europeo que cubre a Dinamarca, Noruega, Sur de Suecia, Finlandia, Escandinavia, Mar Báltico y Oeste de Rusia.
Este hecho lo dieron a conocer al mundo la agencia de noticias Reuter, al igual que la Organización del Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares (CTBTO), a través de su vocero Lassino Zerbo, secretario general. Estas alertas dispararon las alarmas y pronto las autoridades holandesas se manifestaron señalando que la radiación podría tener su origen en una fuente de algún lugar del Oeste de Rusia.
La Autoridad de Seguridad Radiológica de Suecia confirmó la fuente radiactiva, pero no pudo precisar el lugar de su origen. Entre tanto, El Instituto Nacional de Salud Pública y Medio Ambiente de los Países Bajos, afirmó que los cálculos indican que el origen de la radiactividad tiene la dirección de Rusia Occidental.
La princesa fenicia raptada y amada por Zeus, está triste, es ella, es Europa. Su esplendorosa y blonda cabellera se extiende, a manera de manto, por el cielo de sus naciones. Su esbeltez, su belleza y las finas líneas de su figura, fueron pintadas por Tiziano, Rembrandt, Goya y muchos otros, pero hoy tiene su mirada quebrantada y la luz de sus ojos compensa su alma tribulada. Sufre, porque no puede redimir la insensatez de su pueblo. La condición del hombre en sus ansias de poder y codicia, no le permite que su pensamiento alado vuele libremente por sus cielos, y por su mundo Arcano (¿y de paso, me pregunto, qué varón de la historia no ha soñado un momento de pasión con esta hembra?). |
Las partículas radionúclidos son partículas radiactivas que pueden ser transportadas por el viento a grandes distancias. Son detectadas por la supervisión de una red centenar de estaciones distribuidas en gran parte del mundo. Estas estaciones hacen un barrido permanente del aire para la búsqueda de radiación inusual, especialmente para tres variantes de Isótopos: Cesio 134, Cesio 137 y Rutenio 103.
Otros observadores sobre seguridad de radiación nuclear, tanto de Finlandia como de Noruega, afirman que detectaron cobalto y cesio, partículas radiactivas, o, mejor, isótopos radioactivos en cantidades de cierto riesgo para el ser humano. Se sospecha que los radioisótopos podrían provenir de algún daño en un combustible nuclear de alguna central de origen desconocido. Sin embargo, esto no es para estar tranquilos, pues son señales de alerta del riesgo nuclear que se está incubando.
Recordemos simplemente algunos de los accidentes nucleares más graves de la historia: Chernóbil (Rusia), Fukushima (Japón), MayaK (Rusia), Three Mile Island (Estados Unidos), Chalk River (Canadá), Tokaimura (Japón), Saint Laurent (Francia). Sin contar con los incidentes que suceden con cierta frecuencia en la implementación de armas nucleares.
Mucha incertidumbre se teje sobre los líderes europeos al hacer sonar las alarmas por el incremento masivo de la radiación en Europa. Algunos han indicado que se trata de una fuga de un reactor en Rusia, o, incluso, expertos plantean la posibilidad de una radiación emitida por los posibles ensayos de armas nucleares rusas. Preocupa mucho esta noticia, por cuanto puede provenir de la mayor empresa nuclear del mundo, Rosatom, y cuyos dominios de expansión, tiene repercusiones en todo el mundo.
Algunos comentaristas en algunos medios hablan de un nuevo Chernóbil. Tenemos que agregar que recientemente se han presentado incendios forestales cerca de Chernóbil, en la zona de exclusión, provocando aumento en los niveles de radiación. También se afirma, que se pudo haber presentado una despresurización de la pila de combustible en algún reactor de una central nuclear. Sin lugar a dudas, la máxima probabilidad es el resultado de un accidente, o, de una falla técnica.
La presente situación nos recuerda otro episodio muy similar sucedido a finales de 2017, cuando una misteriosa nube cargada de radiactividad y de origen desconocido, se esparció por Europa durante más de 15 días, aunque de radiación baja y sin peligro aparente para el ser humano; para ese entonces, se sugirió que era posible que su origen proviniera de las centrales eléctricas nucleares rusas, como finalmente se pudo comprobar. La situación se complica si prestamos atención a lo que está sucediendo actualmente (al momento de escribir estas líneas) en Irán, donde una serie de incendios y explosiones, muy extrañas, están apareciendo por todo el país.
La explosión a finales de junio, en la instalación nuclear Iraní de Natanz, y como lo admitió el mismo Irán el pasado 5 de julio, Natanz había sufrido daños muy importantes a causa de la explosión. Y precisamente en las instalaciones de Natanz funciona la ensambladora de centrífugas, que enriquecen el Uranio para ser utilizadas en construir la bomba atómica; también es el caso del Uranio 235 que se obtiene del Uranio 238, y se conoce como proceso de enriquecimiento. Estas centrífugas, por su alta revolución, permiten la separación en su interior del material pesado (U-238) al liviano (U-235). Precisamente el U-235 es el utilizado en las reacciones de fisión para la detonación de una bomba nuclear.
Los analistas internacionales y expertos en defensa nuclear, afirman que se ha detenido el programa nuclear de Irán con el posible ataque a las instalaciones del complejo nuclear de Natanz, pues como lo dijimos tiene muy buena capacidad de enriquecimiento, al poseer la centrifugadora IR-2m, la más avanzada del mundo.
La humanidad ha entrado en una etapa vertiginosa de la industria nuclear de manera muy activa y variada: incremento de centrales nucleares en algunos países; proliferación de armas y construcción de barcos nucleares; mejoramiento en la técnica del enriquecimiento del Uranio.
Las explosiones e incendios recientes (Irán) son señales perturbadoras que invitan al mundo a tomar medidas extremas de prevención. Los ciudadanos del planeta nos preguntamos ¿qué hemos hecho para estar sometidos a tan terrorífico riesgo?
¿Acaso serán señales anticipadas de lo que nos espera? ¿Podemos permanecer tranquilos sobre el Planeta?
¿Estará el ángel de la muerte aleteando sus alas para cruzar el umbral de una posible y advertida catástrofe para la humanidad?