Con base en la información recopilada para esta edición de Mundo Eléctrico, podemos evidenciar que en los últimos años, la energía solar ha adquirido un desarrollo vertiginoso en todo el Planeta, tan acelerado, que el ritmo de su crecimiento ha sido superior al presupuesto que se tenía previsto para la promoción de los proyectos de generación de esta categoría. China, Estados Unidos, Japón, India, Alemania, son los países que predominan hoy en la producción de energía solar, en el mundo y por el lado latinoamericano, México, Brasil y Chile, son los que se destacan en esta naciente industria.
Si bien, en el 2018, este ritmo de crecimiento se vio un poco entorpecido, especialmente en Estados Unidos, China, Japón, la India y Arabia Saudita, este 2019 se ha visto un repunte muy importante con una mayor claridad en las políticas en precios altamente competitivos de almacenamiento solar. Los mercados emergentes en América Latina, Oriente Medio y África vienen aumentando rápidamente y se estima que comiencen a generar resultados después de 2020.
Otra de las evidencias de este “florecimiento” de la industria solar es el hecho de que, para 2017, la capacidad global había aumentado casi un tercio, hasta aproximadamente 402 GW dc. Aunque la capacidad de la energía solar fotovoltaica se concentra en una pequeña lista de países, al final de ese mismo año, cada continente había instalado al menos 1 GW y al menos 29 países tenían 1 GW o más.
Los expertos aseguran que la expansión del mercado obedece en gran medida a la competitividad de la energía solar fotovoltaica, sumada a la creciente demanda de electricidad en los países en desarrollo y la creciente conciencia del potencial de la tecnología para mitigar la contaminación, reducir las emisiones de dióxido de carbono y proporcionar acceso a la energía.
Las instalaciones con capacidad de energía solar fotovoltaica (FV) prácticamente también han duplicado las de la energía eólica (en segundo lugar), y han aportado más capacidad neta que el carbón y el gas natural. Esta dinámica, está atrayendo a nuevos participantes a la industria, incluidas las compañías de petróleo y gas.
Es preciso reconocer que toda esta “bonanza” se ha visto favorecida particularmente por la implementación de nuevas políticas de los gobiernos, orientadas a respaldar la integración de las energías renovables y a un despertar de la conciencia por mitigar el calentamiento global.
El caso colombiano es también muy interesante, pues si bien, la energía solar es una industria relativamente joven, en menos de una década ha venido ganando terreno de forma admirable. Así lo demuestra el más reciente informe de la UPME, el cual indica que en la actualidad, hay 645 proyectos de generación vigentes en el país, de los cuales 403 son de tipo solar, 150 hidráulicos, 52 térmicos, 27 eólicos y 13 de biomasa. Y a nivel país, el Valle del Cauca ostenta el liderato en materia de desarrollo de proyectos solares, con 49 hasta el momento, seguido de Tolima (28), Cundinamarca (28), Antioquia (27), Bogotá (27), Atlántico (23), Cesar (23) y Huila (20).
Todas estas razones nos permiten concluir que la energía solar se está convirtiendo en el indiscutible líder de la generación en Colombia y en el mundo.