Dado que el inicio del fenómeno climático de La Niña disminuyó su probabilidad de ocurrencia, al pasar de un 70 % en julio-agosto a un 55-60 % de empezar a finales de este año, será necesario extender los racionamientos de agua por lo menos hasta el primer trimestre de 2025, advierte Andrea Devis-Morales, oceanóloga, doctora en Oceanografía y profesora del Programa Ciencias del Sistema Tierra de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad del Rosario.
“Si bien no se puede predecir la intensidad de La Niña, las condiciones climáticas globales de temperatura y las aun altas temperaturas del océano Pacífico en su borde oriental, hacen pensar que este será un evento anómalo débil a moderada intensidad, lo que hace pensar que las lluvias que pudiera traer esta anomalía climática no serían suficientes para salir de esta crisis hídrica”, indicó la experta.
Fin de año y principio de 2025 serán muy secos
La sabana de Bogotá está viviendo desde inicios de este año una crisis hídrica iniciada por el evento de El Niño, que causó un drástico descenso de las precipitaciones en el territorio nacional y, en especial, en la región Andina y Caribe.
“A mediados de 2023, el nivel máximo del sistema estuvo alrededor del 65 %, y a pesar de esto, llegamos a los mínimos de 16 % a principios de 2024. Este año, el nivel máximo alcanzado a mediados de agosto fue de 52,2 %, entonces es fácil pensar que las condiciones a principios de 2025 serán aún más críticas que las vividas todo este año”, afirmó Andrea Devis-Morales.
Fuente: Universidad del Rosario